Ciudades más cálidas y con más personas: así se ha triplicado la exposición a olas de calor

Los efectos del cambio climático dejaron de ser entendidos como algo que sucederá en el futuro y, en cambio, ya empezamos a sentir. Desde finales del siglo XIX la temperatura promedio de la superficie del planeta ha aumentado 1,18 °C, lo que no solo ha trasformado los hábitats naturales, sino el estilo de vida de los humanos. Sin embargo, el aumento de temperatura, o por lo menos su sensación, no se percibe de la misma forma en todos los lugares. Aquellas personas que viven en ciudades y zonas urbanas están viviendo olas de calor mucho más extremas. 

De hecho, según un estudio publicado en la revista científica PNAS, actualmente la exposición al calor urbano mortal se ha triplicado en todo el mundo desde 1980, afectado a casi 1.7 mil millones de personas. 

Para llegar a esta conclusión los investigadores, liderados por la Universidad de California en Santa Barbara, Estados Unidos, analizaron la información de temperatura y población de más 13 mil ciudades y exploraron cómo ha cambiado a través de los años. 

“La heterogeneidad espacial de los patrones de exposición manifiesta la urgente necesidad de realizar adaptaciones a nivel local y de establecer sistemas de alerta temprana para reducir los daños causados por la exposición al calor extremo en los diversos asentamientos urbanos del planeta”, señala el estudio. 

Y es que el hecho que más personas estén expuestas, cada vez más, a calores extremos, no es un tema menor. Frente a olas de calor demasiado exageradas, los mecanismos que el cuerpo tiene para enfrentar las altas de temperaturas pueden fallar. “Normalmente, el cuerpo se enfría mediante el sudor. Pero en algunas condiciones, la sudoración no es suficiente. En estos casos, la temperatura corporal de una persona aumenta rápidamente. Las temperaturas corporales muy altas pueden dañar el cerebro u otros órganos vitales", es como describen este fenómeno los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos. 

Además, teniendo en cuenta que la tendencia a nivel mundial es que la mayoría de las personas migren del campo a las ciudades, el porcentaje de población expuesta a estas “islas de calor”, como también son llamadas, seguirá incrementando. Por ejemplo, el estudio en PNAS reveló que el número de días y personas que estaban expuestas a temperaturas extremas en ciudades para 1983 era de 40 mil millones. Pero la cifra incrementó a 119 mil millones para 2016. 

Se trata de un escenario del que no escapa Estados Unidos. En este país, también encontraron los investigadores, hay 40 ciudades importantes en donde la exposición al calor ha incrementado rápidamente por dos razones: mayor población y temperaturas más altas, especialmente en Texas y en la costa del Golfo.

Aunque no se trata de los peores casos. En Daca, la capital de Bangladesh, la población creció de 4 millones en 1983 a 22 millones a 2016, por lo que más o menos 575 millones de personas más se han expuesto a olas de calor durante estos años. Lo cierto, entonces, es que el cambio climático no solo nos está haciendo repensarnos sobre nuestros modelos energéticos, de consumo o  de producción de alimentarios, sino en cómo organizarnos para que no terminemos todos viviendo en el mismo lado. 

Nuestras Historias

En esta serie nos conectamos con organizaciones y líderes ambientales que están trabajando activamente en los desafíos ambientales relacionados con la conservación y el cambio climático. También destacamos temas relacionados con la participación política a nivel local y nacional, y recursos para posibles oportunidades profesionales en áreas de conservación, ciencias ambientales (geociencias) y la "economía limpia".

 

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