Las 150 instituciones católicas que le dicen “no” a los combustibles fósiles

En el año 2015 el Papa Francisco publicó una de las encíclicas más icónicas de todos los tiempos: Laudato Si: Sobre el cuidado de nuestro hogar compartido. La carta, que suele ser un documento que los Papas dirigen tanto a obispos como a fieles católicos, esta vez también era una reflexión sobre la crisis climática en la que vivimos, la ética y la ciencia. 

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“La humanidad está llamada a tomar conciencia de la necesidad de realizar cambios de estilos de vida, de producción y de consumo, para combatir este calentamiento o, al menos, las causas humanas que lo producen o acentúan”, señalaba la encíclica. En el documento, además, se advertía que se debía dejar de impulsar la quema de combustibles fósiles. 

Cinco años después las palabras del Papa empiezan a convertirse en una realidad. “El llamado que viene del liderazgo católico es claro”, cuenta Daniela Finamore, parte del Global Catholic Climate Movement, una coalición que tiene la misión de llevar a la acción la encíclica del Papa Francisco. 

De hecho, el grupo busca que diversas organizaciones católicas tomen una decisión tanto financiera como moral contra el cambio climático al deja de invertir en combustibles fósiles. Según comenta Finamore, ya han logrado que más de 150 instituciones católicas, incluyendo bancos, universidades y fundaciones, anuncien que no invertirán más en combustibles fósiles. Una noticia que, además, buscan que sea publica para que otros líderes y asociaciones se vean tentadas a seguir el mismo camino. 

“Para nosotros es muy importante que las instituciones que están desinvirtiendo en estas energías hagan público su compromiso, porque de esta manera pueden dar un ejemplo”, dice Finamore. “Así podemos redefinir el código moral de las sociedades, estigmatizar el sistema de combustibles fósiles y crear una especie de punto de inflexión, presionando a los líderes políticos para que aborden algunos problemas que han evitado previamente”. 

Solo para septiembre de 2019, según anunció el medio National Catholic Reporter, en el mundo se dejaron de invertir 11 billones de dólares en compañías de petróleo, gas y otros combustibles fósiles. Las instituciones católicas, además, fueron las que más contribuyeron a esta cifra. 

Pero el trabajo de Global Catholic Climate Movement es aún mayor que tomar posiciones morales y financieras contundentes. También promueven una dimensión espiritual dentro de las comunidades para retar la cultura del consumismo, ayudan a las personas a cambiar su estilo de vida para reducir su huella de carbono y alzan su voz para pedirle a políticos y tomadores de decisiones que hagan un esfuerzo mayor para combatir la crisis climática. 

Esto último no se trata de un esfuerzo pequeño. Vale recordar que en noviembre de este año se llevará a cabo la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26) en Glasgow (Reino Unido). Un evento en el que se reunirán políticos, lideres del sector empresarial y jóvenes para determinar cómo frenar las emisiones de efecto invernadero lo más pronto posible. Por cierto, conseguir que en estas Conferencias se lleguen a metas ambiciosas sobre el cambio climático también fue una de las cosas que mencionaba el Papa Francisco en su encíclica.

Nota: Esta historia fue desarrollada en colaboración con Yale Climate Connections y está basada en la cápsula original: Catholic institutions divest from fossil fuels

Nuestras Historias

En esta serie nos conectamos con organizaciones y líderes ambientales que están trabajando activamente en los desafíos ambientales relacionados con la conservación y el cambio climático. También destacamos temas relacionados con la participación política a nivel local y nacional, y recursos para posibles oportunidades profesionales en áreas de conservación, ciencias ambientales (geociencias) y la "economía limpia".

 

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